Debido a su depreciación, el capital fijo no sale del proceso productivo en el mismo
estado físico en el que entró. No se trata, por lo tanto, del mismo bien, razón por
la cual tiene un valor como insumo y un valor diferente como producto.
De acuerdo con Sraffa, el tratamiento del capital fijo en el marco de la producción
conjunta proviene de Torrens, pero como vimos en la sección anterior, dicha idea también
se encuentra en Ricardo. En esta sección, después de presentar la formalización de
Sraffa, analizaremos a la luz de esta los ejemplos que propone Ricardo en el Capítulo I de la tercera edición de los Principios y en el Apéndice de dicho capítulo de las dos primeras ediciones.
II.1. La formalización de Sraffa
El método de Sraffa (1966, p. 74) parte de suponer que la misma máquina a edades diferentes debe ser tratada como un
producto diferente y subdividida en tantos procesos como años de vida tenga ésta,
donde cada proceso se distingue por el hecho de que se utiliza una máquina de una
edad diferente, y en cada proceso se produce conjuntamente a una cantidad de una mercancía,
un instrumento que es un año más viejo que el que utiliza.
El sistema de Sraffa también supone que la máquina presenta eficiencia constante a
lo largo de su vida útil, lo que significa que las cantidades del producto principal
son iguales en todos los procesos, pese a que la máquina pierde valor por su uso.
El método de Sraffa propone encontrar el valor de una anualidad que proporcione una
base para asignar correctamente los beneficios y para tomar en cuenta la correcta
depreciación en el sentido de hacer posible el reemplazamiento del capital fijo y
el pago de un tipo general de beneficios.
El resultado del método contempla el pago de una anualidad fija cuyo valor presente,
calculado sobre la base de la tasa general de ganancia r, es igual al precio original de la máquina. Según Sraffa (1966, p. 73), la anualidad debe contemplar intereses y depreciación.
A continuación, se presenta el desarrollo matemático del método Sraffa, que es fundamental
para proporcionar una base rigurosa y cuantitativa para entender las complejidades
de la producción de mercancías y las relaciones económicas asociadas. Al formalizar
estas relaciones, Sraffa contribuyó a proporcionar un marco analítico para comprender
los supuestos inherentes en los ejemplos de Ricardo sobre el efecto de la maquinaria
en la clase trabajadora.
El método se basa en las ecuaciones para los distintos procesos que corresponden a
las sucesivas edades de la máquina. La cantidad de máquinas de un tipo dado que se
requiere para producir anualmente una cantidad G(g) de una mercancía g se representa por M0 cuando son nuevas, por M1 cuando tienen una antigüedad de un año, etc., y por Mn-1 cuando entren en su último año de vida; sus precios respectivos, o valores contables,
por unidad serán expresados por pm0, pm1,… m(n-1) . L es la cantidad de trabajo empleado en la producción de la mercancía a g.
A continuación, se desarrolla el método propuesto por Sraffa, pero se hace una modificación,
se incorpora el supuesto de Ricardo de salario adelantado, por lo que las ecuaciones
que presentan la producción de la mercancía a g, mediante el empleo de una máquina a m se representan mediante el siguiente sistema:
Las cantidades de medios de producción, de trabajo y del producto principal son iguales
en todos los procesos, de acuerdo con el supuesto de eficiencia constante durante
la vida de la máquina. Esta circunstancia hace posible que el grupo de ecuaciones
se combine en una sola expresión.
Si multiplicamos las n ecuaciones respectivamente por (1 + r)
n-1
, (1 + r)
n-2
,…, (1 + r)
n-1
, (1 + r)0 y las sumamos, obtenemos la siguiente expresión:
La parte entre corchetes
es la suma de una progresión geométrica que se puede expresar de la siguiente manera:
Sustituyendo en la ecuación anterior:
Factorizando el término semejante:
Dividiendo ambos lados de la ecuación anterior entre
, obtenemos la ecuación (1):
Donde el término
representa una carga anual a pagar por intereses y depreciación. Todo este término
es equivalente a una anualidad fija cuyo valor actual a un tipo de beneficio r, es
igual al precio original de la máquina.
II.2. Los ejemplos de Ricardo a la luz de la formalización de Sraffa
Nos proponemos mostrar ahora que los ejemplos del Capítulo I y del Apéndice I de dicho capítulo en la primera y segunda edición de los Principios, interpretados con el método propuesto por Sraffa para tratar al capital fijo como
un producto conjunto, coinciden con los resultados presentados por Ricardo.
En el siguiente ejemplo del Capítulo I de los Principios, donde el valor del grano se compara con el de la máquina y el paño del pañero conjuntamente,
Ricardo considera que la máquina forma parte del valor final de la producción, lo
que supone que ésta es usada como insumo y como producto.
Supongamos que dos personas empleen cada uno cien hombres, durante un año en la construcción
de dos máquinas, y que otra persona emplee el mismo número de individuos para cultivar
maíz; al final del año cada una de las máquinas tendrá el mismo valor que el maíz,
ya que cada una de ellas fue producida con la misma cantidad de trabajo. Supongamos
que uno de los propietarios de las máquinas utilice una de éstas, con la ayuda de
cien hombres, al año siguiente, para fabricar paño, y que el propietario de la otra
máquina la use también, con igual ayuda de cien hombres, en la fabricación de tejidos
de algodón, mientras el agricultor sigue empleando los mismos cien hombres que antes
para cultivar de nuevo maíz. Durante el segundo año, todos habrán empleado la misma
cantidad de trabajo, pero los productos y la máquina del fabricante de paño, igualmente
los del fabricante de tejidos de algodón, serán el resultado del trabajo de doscientos
hombres empleados durante un año o, más bien, del trabajo de cien hombres durante
dos años, mientras que el maíz será producido por el trabajo de cien hombres por un
año (Ricardo, 1959, p. 25).
Este caso supone a una economía que produce durante el primer año trigo y máquinas,
las cuales son usadas para producir tejidos de algodón y paño. Ricardo expresa que
el valor final de la producción de textiles durante el segundo año debe contener un
complemento para cubrir la utilidad por el empleo de la máquina, lo que equivale a
contemplar al capital fijo como insumo y como producto:
Supongamos que se pagaron 50 libras anuales por el trabajo de cada obrero, es decir,
que se emplearon 5,000 libras de capital, y que las utilidades fueron del 10%; al
final del primer año, el valor de cada una de las máquinas, así como el del maíz,
sería de 5,500 libras. En el segundo año, los fabricantes y el agricultor utilizarán
nuevamente 5,000 libras cada uno para sostener la mano de obra, y volverán, por tanto,
a vender sus bienes por 5,500 libras por el mismo capital de 5,000 libras empleado
en mano de obra, sino que, además, deberán obtener un ulterior complemento de 550
libras, para cubrir la utilidad de las 5,500 libras que han invertido en maquinaria,
y por consiguiente sus bienes deberán venderse por 6,050 libras (Ricardo, Principios de economía política y tributación, 1959, p. 26).
Al emplear el método de Sraffa y con una ecuación de producción con capital fijo como
producto conjunto, donde el capital fijo y el capital circulante son multiplicados
por un factor de ganancia e igualados al valor de la producción más el valor del capital
fijo un periodo después de haber sido utilizado, obtenemos la siguiente ecuación:
Donde: CFt es el valor del capital fijo en el periodo t.
CC es el valor del capital circulante.
r es la tasa de ganancia.
CFt+1 es el valor del capital en el periodo t+1.
Y es el valor de la producción al final del periodo.
Según Magallanes (2019), en este ejemplo, Ricardo supone que el capital fijo tiene una vida eterna, lo que
significa que el valor del capital fijo en el periodo t es igual al valor del capital fijo en el periodo t + 1. Este supuesto reduce la ecuación anterior a la siguiente igualdad:
Mediante esta ecuación se busca mostrar que el resultado en el caso planteado por
Ricardo se cumple sólo si el capital fijo es tratado como producto conjunto y, además,
es de una vida:
Conviene señalar que para el caso donde el capital fijo es de vida eterna y el capital
circulante se compone sólo de salarios, el valor de la producción, excluido el capital
fijo, está conformado por salarios y ganancia, según se observa en la última expresión.
En suma, al tratar al capital fijo como insumo y como producto en el proceso productivo
(producto conjunto), podemos demostrar que el resultado coincide con el del ejemplo expuesto dentro de
ese capítulo, lo cual pone en evidencia que este método es empleado por Ricardo en
los Principios.
En el apéndice del Capítulo I, que sólo aparece en las dos primeras ediciones de los Principios, Ricardo desarrolla otros dos ejemplos en los que emplea el método de producción
conjunta, pero que, a diferencia del ejemplo del Capítulo I, la máquina tiene un periodo de vida útil finito.
El primero de estos ejemplos plantea la situación de un cazador que emplea £150 para
capital fijo y £50 para capital circulante, teniendo el capital fijo una vida útil
de diez años.
[…] Primero, si entre los capitales fijo y circulante existiesen proporciones distintas,
por ejemplo, que en vez de £100 de capital fijo y £100 de capital circulante, el cazador
utilizara £150 para el primero y £50 para el segundo, y que, al contrario, el pescador
usara 50 de capital fijo y 50 de circulante.
Si las utilidades fuesen de 10%, el cazador tendría que vender sus bienes por £79
8s., debido a que, para reponer su capital circulante de 50 libras con una utilidad
de 10%, requerirá un valor de 55. Para reponer su capital fijo con 10% de utilidad,
el valor actual de una anualidad de £24.41 a 10% durante diez años será para 150 libras
[…] (Ricardo, 1959, p. 42).
A diferencia del ejemplo anterior, donde el capital fijo tenía una vida eterna, ahora
el capital fijo, en el ejemplo del Apéndice I, tiene una vida finita, lo que supone que su valor como insumo es diferente a su
valor como producto. En este primer ejemplo, Ricardo muestra que el valor final de
la producción está constituido por el valor de los alimentos y bienes-salarios y el
valor de una anualidad que, durante un número de periodos equivalentes a la vida útil
del capital fijo, permite reponer el valor de dicho capital al final de su vida. La
parte interesante de este ejemplo se centra en el valor de una anualidad que durante
un periodo de diez años debe permitir al capitalista: reponer a la máquina y además
generar un beneficio a una tasa de ganancia r.
Al emplear la ecuación resultante del método de Sraffa y considerando las condiciones
del ejemplo donde la tasa de ganancia es del 10 por ciento, el valor del capital circulante
de £50 y el valor del capital fijo de £150 con una vida útil de diez años; podemos
encontrar que el valor de la producción es igual a £79 8s, de los cuales £55 corresponden
a subsistencias y £24.41 al valor de la anualidad o carga anual. Para poder llegar
a esta conclusión es necesario suponer que la productividad de la máquina es constante
y que ésta no desciende con su desgaste. De tal modo:
Otro de los ejemplos expuestos en el Apéndice del Capítulo I, plantea un caso donde la máquina tiene un periodo de vida de cien años:
[…] Supongamos que se fabrica una máquina que durará cien años, y cuyo valor sea de
£20,000. Supongamos también que esa máquina pueda producir anualmente sin trabajo
alguno, una cierta cantidad de bienes, y que las utilidades sean de 10%: el valor
total de los bienes producidos sería anualmente de £2,000 2s. 11d., ya que las utilidades
de £20,000 al 10% anual son de £2,000. A su vez, una anualidad de 2s. 11d. por 100
años, al 10% repondrá, al final de dicho periodo, un capital de £20,000. Por consiguiente,
los bienes deberán venderse en £2,000 2s. 11d (Ricardo, 1959, p. 44).
En tal situación, el valor final de la producción permite al capitalista obtener una
ganancia del 10 por ciento sobre el valor total de su capital, más el valor de una
anualidad que permite reponer el valor del capital fijo al final de su vida útil.
Para estos casos, al tratar al capital fijo como un producto conjunto, Ricardo resuelve
que la composición del producto final debe incluir, en su valor, el pago de una anualidad
para reponer el capital fijo al finalizar su vida útil. Esta propuesta es retomada
por Sraffa para desarrollar su método que, al tratar al capital fijo como un producto
conjunto y donde al suponer que este tiene un valor como insumo y uno diferente como
producto, permite obtener un valor de producción constante a lo largo de los periodos
de vida de la máquina y cuyo resultado está relacionado con la idea de anualidad de
Ricardo.
En este segundo ejemplo, donde la tasa de ganancia es del 10 por ciento, el valor
del capital circulante es cero y el valor del capital fijo es de £20,000 con una vida
útil de cien años. El valor de la producción debe ser equivalente a £2,000 2s. 11d,
de los cuales £2,000 corresponden a la utilidad del capital y las restantes 2s. 11d,
al valor de la anualidad. De tal modo:
Es posible comprobar que el método de Sraffa está construido conforme a los ejemplos
de Ricardo. De acuerdo con lo anterior, podemos concluir que Ricardo utiliza el método
de producción conjunta en los Principios y que en función al supuesto que se haga sobre la vida del capital fijo, el resultado
diferirá de una situación a otra:
-
Si el capital fijo tiene una vida eterna, como lo muestra Magallanes (2019), entonces el valor de la producción no incluye ninguna anualidad.
-
Si el capital fijo tiene una vida finita, como en los ejemplos del Apéndice del Capítulo I, entonces el valor de la producción será constante a lo largo de la vida útil del
capital fijo e incluye el valor de la anualidad.