Introducción
A nivel mundial la industria de la carne de pollo ha experimentado un rápido crecimiento,
particularmente en los últimos 30 años, impulsada por una mayor tecnificación,
aumento de la población y de sus ingresos (Fira, 2016). Aunque el consumo de los diversos tipos de carnes se ha expandido en términos
absolutos y per cápita, la carne de pollo es la más exitosa en estandarizar procesos, aumentar rendimientos,
y lograr disminuciones importantes en costos y precios (OCDE, 2018). El pronóstico es que su producción y consumo continuarán aumentando nacional
e internacionalmente, al pocisionarse como una de las carnes más consumidas en el
mundo (Katiyo et al., 2020).
En México, la producción de carne de pollo desempeña un papel fundamental en el
sector pecuario al representar aproximadamente 50 por ciento de la producción de
carnes (UNA, 2019a), representa una importante fuente de proteína de alta calidad debido a que contiene
todos los aminoácidos esenciales en la dieta del humano (Arenas et al., 2010), participa con 37 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) pecuario nacional,
genera 1.3 millones de empleos (UNA, 2019a), y se posiciona como uno de los cárnicos más consumidos por la población de menores
ingresos (Inegi, 2016), por estas características este sector se considera estratégico dentro de la seguridad
alimentaria mexicana. Esta relevancia se ha reflejado en un crecimiento de 166 por
ciento en su producción de 1994 a 2018, y en un aumento de 179 por ciento en el consumo
nacional para el mismo periodo (CEDRSSA, 2019).
No obstante, a pesar del crecimiento exponencial observado en la producción nacional
de carne de pollo, México no ha podido satisfacer su demanda interna (OCDE, 2018). En este escenario las importaciones han desempeñado un papel importante como salvaguardas,
por ejemplo en 2018 cubrieron 23 por ciento de la demanda nacional aparente (UNA, 2019a). Con estas características, México ha implementado mecanismos de comercio internacional
no arancelarios como cupos de importación aplicados a la importación de carne de pollo
fresca, refrigerada y congelada como medida para evitar un desabasto, atender la demanda
y complementar la producción nacional (DOF, 2019). Estos mecanismos son reconocidos por desempeñar un papel influyente dentro de los
acuerdos comerciales y jugar un rol fundamental en el abasto alimentario nacional,
disponibilidad y calidad nutricional en el suministro de alimentos (Ravuvu et al., 2017).
Sin embargo, en la literatura económica y de comercio internacional un cupo de importación
se cataloga como una medida desproteccionista a la producción nacional, utilizada
en escenarios de emergencia para evitar el desabasto e incremento en el precio interno
de un producto (Salvatore, 1999), o como una oportunidad para que las mercancías nacionales lleguen a mercados extranjeros
en condiciones preferenciales frente a competidores de otros países (DOF, 2019).
Ante esta perspectiva, México cuenta actualmente con 337 cupos vigentes, entre éstos,
el 16 de mayo de 2013 la Secretaría de Economía (SE) publicó la aprobación de un cupo
libre de arancel para importar carne de pollo, de países con los que México no tenía
firmado un tratado o acuerdo comercial, brindando la oportunidad a Brasil y Argentina
para exportar esta carne al mercado mexicano (SE, 2020). La aprobación de este cupo se argumentó por la difícil situación sanitaria de la
industria mexicana a consecuencia de la influenza aviar. Para finales de 2015, la
se decretó la ampliación en la vigencia de este cupo unilateralmente (ya que no se
consultó a la Unión Nacional de Avicultores), aprobando la importación de 300 mil
toneladas (t) de carne de pollo hasta el 31 de diciembre de 2017, sin que hubiese
alguna justificación técnica (Fira, 2016; UNA, 2019a) y, el 24 de mayo de 2019, se aprobó un nuevo aumento por la SE, autorizando la importación
de 55 mil t de carne de pollo al cupo vigente (OCDE, 2018). Esta aprobación se justificó por una contracción en la producción nacional y por
la disminución en las compras de carne de pollo al mercado estadounidense provocadas
por brotes de Newcastle (Reuters, 2019).
Bajo este panorama, el objetivo de esta investigación fue evaluar los efectos de la
aplicación de un cupo de importación de carne de pollo (pierna y muslo), sobre el
mercado mexicano de este producto en 2019 y su impacto en la producción, importaciones,
consumo, precios al productor y precios al consumidor de forma regional y nacional,
así como en el bienestar de la sociedad, medido por el Valor Social Neto (VSN). La
hipótesis afirma que un cupo de importación reduce la producción regional y nacional,
incrementa el consumo e importaciones; reduce precios al productor, al consumidor
y el bienestar de la sociedad aumenta al beneficiar a consumidores nacionales.
I. Materiales y métodos
Para evaluar el efecto en el mercado mexicano de un cupo de importación de 55 mil
t de carne de pollo, aprobado en mayo de 2019, se utilizó un modelo de programación
no lineal con funciones de demanda y oferta inversas (Rebollar et al., 2020).
Para realizar el estudio propuesto se dividió al país mexicano en ocho regiones productoras,
ocho regiones consumidoras (Bassols, 1992), y dos puntos de ingreso para las importaciones de carne de pollo. Esta forma de
análisis se ha utilizado exitosamente en diversas investigaciones para evaluar escenarios
de política comercial como; aranceles, cuotas, depreciación cambiaria, subsidios
o impuestos sobre productos agropecuarios (Rebollar et al., 2019a y b), considerándose una metodología útil, la cual puede generar resultados sencillos
y fáciles de entender por los tomadores de decisiones a nivel de política pública;
y en la que se pueden sustentar decisiones para mejorar el bienestar de la sociedad
respecto del consumo en bienes de primera necesidad.
Las regiones productoras y consumidoras bajo las cuales se dividió a México y los
estados que las conforman fueron las siguientes: región Noroeste (NO): Baja California,
Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit; región Norte (NR): Chihuahua, Coahuila,
Durango, Zacatecas y San Luis Potosí; región Noreste (NE): Nuevo León y Tamaulipas;
región Centro-Occidente (CO): Colima, Jalisco, Aguascalientes, Michoacán y Guanajuato;
región Centro-Este (CE): Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Morelos, Ciudad de
México y Estado de México; región Sur (SU): Guerrero, Oaxaca y Chiapas; región Oriente
(OR): Tabasco y Veracruz, y región Península de Yucatán (PE): Campeche, Yucatán y
Quintana Roo. La regionalización del país y la evaluación que se pretende realizar
a través de ésta, se justifica porque el consumo de la carne de pollo es heterogéneo
a nivel nacional (Huerta-Sanabria et al., 2018), por lo cual, el efecto de variables económicas para su análisis es distinto entre
cada región del país.
Para analizar las importaciones de carne de pollo, este trabajo incluyó la aduana
de Colombia ubicada en el estado de Nuevo León; Nuevo Laredo, Matamoros y Reynosa
en el estado de Tamaulipas, así como Piedras Negras en el estado de Coahuila, las
cuales formaron parte del primer punto de importación (PI1). Por este primer punto
ingresó 68 por ciento de la carne de pollo importada. El punto de internación dos
(PI2), incluyó las aduanas de Mexicali, Ensenada y Tijuana ubicadas en Baja California;
las aduanas de Nogales y San Luis Rio Colorado como parte del estado de Sonora y la
aduana de Ciudad Juárez en Chihuahua. Por este punto ingresó 32 por ciento de la importación
de carne de pollo (SIAP, 2019a).
I.1. Obtención de la información
La información sobre la demanda de carne de pollo para cada región de México, se obtuvo
multiplicando la población de cada entidad federativa del año 2018, disponible en
el Consejo Nacional de Población (Conapo, 2018), por el consumo per cápita de la carne de pollo del mismo año, reportado por la Unión Nacional de Avicultores
(UNA, 2019b). El consumo anual por estado de cada región fue sumado para obtener la demanda nacional.
Por el lado de la oferta, el precio de la carne de pollo por región se determinó a
través del precio que estableció cada entidad federativa ponderado con la producción
de esa misma región; esta información provino del Sistema de Información Agroalimentaria
y Pesquera (SIAP, 2019b). Mientras que el precio de la carne de pollo importada de Estados Unidos hacia los
dos puntos de internación se obtuvo del Sistema Nacional de Información e Integración
de Mercados (SNIIM, 2019).
La información del costo de transporte dentro y entre las regiones, se calculó al
multiplicar la distancia por el costo en kilómetro; las distancias se obtuvieron con
la herramienta de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, punto a punto (SCT, 2019). Para este análisis, se consideró cada capital de la entidad federativa como punto
de referencia y se ponderaron las distancias en cada región. Por las características
del producto analizado, el cual utiliza transporte especializado para mover el producto
in vivo entre regiones, el costo estimado por kilómetro fue de 44.3 pesos mexicanos al momento
de la investigación.
Las funciones inversas tanto de la demanda como oferta en cada región del país se
calcularon utilizando la elasticidad precio de la demanda y oferta regional reportadas
por Rebollar et al. (2019a), para los puntos de internación se tomaron en cuenta las elasticidades publicadas
por el Servicio de Información Económica de Estados Unidos (USDA, 2019), y para la carne de pollo producida en México, las funciones inversas tanto de la
demanda como de la oferta se estimaron con los procedimientos descritos en Alston et al. (1995); Kawaguchi et al. (1997) y Rebollar et al. (2019b). Los cuales refieren que, antes de la programación del modelo en lenguaje GAMS, se
deben calcular las respectivas funciones inversas de demanda y oferta regionales mediante
el uso de elasticidades reportadas en otros trabajos; de esta forma se obtuvo el valor
tanto de la pendiente de cada una de las ecuaciones como de su estimador. Posteriormente
el modelo completo se programó en GAMS hasta obtener su respectivo ajuste.
I.2. El modelo
Con la información obtenida de las distintas fuentes oficiales para el periodo de
análisis, se construyó el modelo de programación no lineal conocido como modelo base
o modelo óptimo. El modelo base es aquel sin distorsiones al que no se le ha aplicado
el análisis de algún tipo de política o escenario (Rebollar et al., 2020). Se considera que el modelo es aceptable para evaluar distintos escenarios de política,
si la diferencia porcentual de estimación entre el modelo base y los datos observados
en el año de análisis es menor 10 por ciento. Si la diferencia en el resultado de
la estimación es negativa o positiva, se dice entonces que el modelo subestima o sobreestima
los resultados (Rebollar et al., 2019b).
Con las características anteriores, el modelo que se utilizó para estimar la función
inversa de la demanda para la región i, se basó en la propuesta de Rebollar et al. (2019b), el cual tiene la siguiente estructura algebraica:
Donde:
Pdi = precio de la demanda de la carne de pollo en canal para la región i, medida en pesos por tonelada.
Ydi = cantidad demandada de carne de pollo en canal en la región i, en toneladas.
𝜆 = intercepto de la función demanda para la carne de pollo en canal de la región
i.
ω = pendiente de la función demanda de carne de pollo en canal para la región i.
Para cada región i, la función inversa en el modelo de oferta fue:
Donde:
Psi = precio de oferta de la carne de pollo en canal en la región i, en pesos por tonelada.
Xsi = cantidad ofrecida de carne de pollo en canal en la región i, en toneladas.
Ѵ = intercepto de la función oferta para la carne de pollo en canal en la región i.
η = pendiente de la función oferta para la carne de pollo en canal en la región i.
Con lo anterior, la función de cuasi bienestar social para cada región, se definió
por el área entre la curva de la demanda y oferta, dadas por mismas que representan las cantidades óptimas que deben obtenerse por el modelo:
Al incorporar los costos de transporte entre regiones, la función de bienestar social
(función objetivo) para las n regiones se estructura matemáticamente como:
Donde:
Xij = es la cantidad transportada de la región i a la región j ($/t) de carne de pollo en canal.
Tij = costo de transporte de la región i a la región j ($/t) de carne de pollo en canal.
Otros componentes adicionales del modelo fueron las restricciones en la demanda y
oferta. Para la demanda, las restricciones establecen que la suma de la cantidad transportada
de carne de pollo en la región i debe ser mayor o igual que la demanda de la carne de pollo para esta región. Matemáticamente
esto se expresa como:
Por su parte, las restricciones de oferta establecen que la suma en la cantidad transportada
de carne de pollo, fuera de la región i, debe ser menor o igual a la producción total de carne de pollo de esa región:
El modelo asume la existencia de regiones productoras y consumidoras que comercian
un bien homogéneo; para esta investigación, el bien fue la carne de pollo. Tales regiones
se hallan separadas por los costos de transporte pero no aisladas entre sí (Takayama y Judge, 1964; Almazán-Figueroa et al., 2018; Rebollar et al., 2019b). Por estas características, la construcción matemática que genera una solución de
la integral para la ecuación (3), la cual resuelve el planteamiento del bienestar
social neto del país y entre regiones, queda estructurada matemáticamente de la siguiente
forma:
El cupo de importación se agregó de forma proporcional en las importaciones realizadas
por México en el año de análisis, y en las regiones consumidoras, con el propósito
de equilibrar la demanda y oferta de la carne de pollo.
El análisis estadístico del modelo se realizó utilizando el lenguaje de programación
lineal escrito en el sistema de modelado algebraico general (GAMS), a través del Solver
MINOS interfaz GAMS versión 24.4.2 para Windows (Rosenthal, 2008).
II. Resultados
II.1. Producción, importaciones y consumo de carne de pollo regional y nacional
Los resultados muestran que el modelo base recomienda una combinación de escenarios
para optimizar la producción nacional. Estos resultados se obtienen al sobreestimar
5 por ciento la producción en la región CE, la segunda con mayor producción nacional;
y al subestimar la producción en las regiones PE y NR en 6 y 1.9 por ciento con respecto
a la producción observada en 2018. Bajo estas recomendaciones, el modelo optimiza
la producción nacional 0.4 por ciento (Tabla 1).
Tabla 1
Producción, importaciones y consumo de carne de pollo en canal de acuerdo con modelo
base 2018.
Región
|
Observado
|
Modelo base
|
Cambio
|
Cambio %
|
Producción (t) |
Noroeste (NO)
|
200 484
|
200 411
|
-73
|
-0.036
|
Norte (NR)
|
476 590
|
467 376
|
-9 214
|
-1.971
|
Noreste (NE)
|
68 844
|
71 076
|
2 232
|
3.14
|
Centro-Occidente (CO)
|
1 039 079
|
1 029 270
|
-9 809
|
-0.953
|
Centro-Este (CE)
|
746 180
|
786 603
|
40 423
|
5.139
|
Sur (SU)
|
210 117
|
210 032
|
-85
|
-0.04
|
Oriente (OR)
|
398 467
|
398 620
|
153
|
0.038
|
Península de Yucatán (PE)
|
169 585
|
159 942
|
-9 643
|
-6.029
|
Nacional
|
3 309 346
|
3 323 330
|
13 984
|
0.423
|
Importaciones (t) |
Punto de internación 1
|
579 229
|
582 220
|
2 991
|
0.514
|
Punto de internación 2
|
226 525
|
226 273
|
-252
|
-0.111
|
Nacional
|
805 754
|
808 493
|
2 739
|
0.34
|
Consumo (t) |
Noroeste (NO)
|
391 710
|
399 029
|
7 319
|
1.834
|
Norte (NR)
|
433 290
|
461 130
|
27 840
|
6.037
|
Noreste (NE)
|
295 680
|
295 173
|
-507
|
-0.172
|
Centro-Occidente (CO)
|
691 020
|
687 126
|
-3 894
|
-0.567
|
Centro-Este (CE)
|
1 357 290
|
1 348 222
|
-9 068
|
-0.673
|
Sur (SU)
|
433 950
|
431 706
|
-2 244
|
-0.52
|
Oriente (OR)
|
352 440
|
349 495
|
-2 945
|
-0.843
|
Península de Yucatán (PE)
|
159 720
|
159 942
|
222
|
0.139
|
Nacional
|
4 117 307
|
4 134 290
|
16 983
|
0.412
|
VSN (MMDPÞ)
|
2 207
|
2 467
|
259
|
10.508
|
El modelo indica que se deben aumentar las importaciones nacionales en 2 739 t, para
obtener un valor óptimo; particularmente, los resultados sugieren una sobreestimación
del 0.5 por ciento en las importaciones para el punto de internación PI1, y una subestimación
de 0.1 por ciento para el PI2 (Tabla 1).
Nuestros resultados muestran que la optimización en la demanda nacional se obtiene
aumentando el consumo 0.4 por ciento, respecto al volumen observado en 2018; sin embargo,
este resultado es posible si la demanda disminuye en las tres regiones con mayor consumo,
CE, CO y SU (Tabla 1).
De acuerdo con los resultados obtenidos, México optimizaría su VSN en 259 mil millones
de pesos, si como país implementara las recomendaciones sugeridas por el modelo, esta
política se traduce en un aumento aproximado de 0.4 por ciento en la producción, importaciones
y consumo nacional, comparada con los valores observados en 2018 (Tabla 1).
II.2. Abasto y distribución de la carne de pollo en México por regiones
La Tabla 2 muestra que el valor óptimo en la demanda, consumo e importaciones, se obtiene al
redistribuir las mismas de acuerdo con las cifras reportadas en 2018. La redistribución
sugerida por el modelo indica que las regiones NR, CO, CE, y OR, deben destinar del
total de su producción un porcentaje al consumo interno y otro se debe enviar a una
región deficitaria en producción para cubrir su demanda, esta reasignación obedece
a la cercanía entre regiones que permite minimizar costos de transporte. Bajo esta
perspectiva, el modelo indica que las importaciones ingresadas por el PI1 y PI2 se
deben reasignar entre las regiones más cercanas a los puntos de importación, lo cual
permite disminuir el costo de transporte y aprovechar los precios bajos del producto
importado (Tabla 2).
Tabla 2
Matriz de abasto y distribución de carne de pollo en México, 2018.
Región
|
NO
|
NR
|
NE
|
CO
|
CE
|
SU
|
OR
|
PE
|
Totalþ |
NO
|
200 411
|
|
|
|
|
|
|
|
200 411
|
NR
|
|
433 475
|
|
|
33 901
|
|
|
|
467 376
|
NE
|
|
|
|
|
71 076
|
|
|
|
71 076
|
CO
|
|
|
|
687 126
|
342 144
|
|
|
|
1 029 270
|
CE
|
|
|
|
|
614 054
|
172 549
|
|
|
786 603
|
SU
|
|
|
|
|
|
210 032
|
|
|
210 032
|
OR
|
|
|
|
|
|
49 125
|
349 495
|
|
398 620
|
PE
|
|
|
|
|
|
|
|
159 942
|
159 942
|
PI1
|
|
|
295 173
|
|
287 047
|
|
|
|
582 220
|
PI2
|
198 618
|
27 655
|
|
|
|
|
|
|
226 273
|
Total
|
399 029
|
461 130
|
295 173
|
687 126
|
1 348 222
|
431 706
|
349 495
|
159 942
|
4 131 823
|
II.3. Efecto del cupo de importación en el mercado de carne de pollo en México
Aumentar las importaciones de carne de pollo en 55 mil t libres de arancel, generó
una desprotección en la oferta nacional al mermar la producción en siete de las ocho
regiones analizadas (Tabla 3). Con el cupo de importación, la demanda nacional se beneficia y el consumo de carne
de pollo aumenta en 73 842 t, distribuidas en seis de las ocho regiones del país.
Sin embargo, el Estado y la planta productiva nacional disminuyen la recaudación y
el potencial productivo. No obstante, a pesar de este comportamiento el bienestar
social fue mayor con el cupo de importación al optimizar el VSN en 18 mil millones
de pesos (Tabla 3).
Tabla 3
Efectos del cupo de importación en el mercado de carne de pollo en México.
Región
|
Modelo base
|
Cupo, 55 mil t
|
Variación absoluta
|
Variación relativa (%)
|
ŒProducción (t)
|
Noroeste (NO)
|
200 411
|
200 406
|
-5
|
-0.002
|
Norte (NR)
|
467 376
|
466 560
|
-816
|
-0.2
|
Noreste (NE)
|
71 076
|
63 399
|
-7 677
|
-12.1
|
Centro-Occidente (CO)
|
1 029 270
|
1 024 856
|
-4 414
|
-0.4
|
Centro-Este (CE)
|
786 603
|
773 773
|
-12 830
|
-1.7
|
Sur (SU)
|
210 032
|
209 815
|
-217
|
-0.1
|
Oriente (OR)
|
398 620
|
397 867
|
-753
|
-0.2
|
Península de Yucatán (PE)
|
159 942
|
161 965
|
2 023
|
1.2
|
Nacional
|
3 323 330
|
3 298 641
|
-24 689
|
-0.74
|
ŒImportaciones (t) |
Punto de internación 1
|
582 220
|
621 476
|
39 256
|
6.3
|
Punto de internación 2
|
226 273
|
241 547
|
15 274
|
6.3
|
Nacional
|
808 493
|
863 023
|
54 530
|
6.74
|
ŒConsumo (t) |
Noroeste (NO)
|
399 029
|
445 448
|
46 419
|
10.4
|
Norte (NR)
|
461 130
|
442 160
|
-18 970
|
-4.3
|
Noreste (NE)
|
295 173
|
299 583
|
4 410
|
1.5
|
Centro-Occidente (CO)
|
687 126
|
699 085
|
11 959
|
1.7
|
Centro-Este (CE)
|
1 348 222
|
1 368 596
|
20 374
|
1.5
|
Sur (SU)
|
431 706
|
438 089
|
6 383
|
1.5
|
Oriente (OR)
|
349 495
|
350 739
|
1 244
|
0.4
|
Península de Yucatán (PE)
|
159 942
|
161 965
|
2 023
|
1.2
|
Nacional
|
4 131 823
|
4 205 665
|
73 842
|
1.79
|
VSN (MMDPÞ)
|
2 467
|
2 485
|
18
|
0.7
|
II.4. Efecto del cupo de importación en los precios al productor y consumidor
En la Tabla 4 se observa que la política comercial de México a través de la implementación de un
cupo de importación aplicado a 55 mil t de carne de pollo en 2019, disminuyó aproximadamente
1.5 por ciento los precios al productor y consumidor pagados en siete de las ocho
regiones del país. En este escenario, sólo la región PE fue capaz de contrarrestar
los efectos del cupo para el precio de compra y venta de la carne de pollo. Comportamiento
explicado principalmente por su independencia de las importaciones al cubrir su consumo
con producción interna.
Tabla 4
Efectos del cupo de importación en los precios al consumidor y productor.
|
Precios óptimos¥ |
Precios con el cupo¥ |
|
Región
|
Consumidor
|
Productor
|
Consumidor
|
Productor
|
Consumidor %
|
Productor %
|
NO
|
30 520
|
27 423
|
30 070
|
26 969
|
-1.50%
|
-1.70%
|
NR
|
31 960
|
30 609
|
31 510
|
30 155
|
-1.40%
|
-1.50%
|
NE
|
31 000
|
30 769
|
30 540
|
30 315
|
-1.50%
|
-1.50%
|
CO
|
32 510
|
31 783
|
32 060
|
31 329
|
-1.40%
|
-1.40%
|
CE
|
33 420
|
32 843
|
32 960
|
32 389
|
-1.40%
|
-1.40%
|
SU
|
34 660
|
32 926
|
34 200
|
32 472
|
-1.30%
|
-1.40%
|
OR
|
33 600
|
32 674
|
33 140
|
32 220
|
-1.40%
|
-1.40%
|
PE
|
33 100
|
32 497
|
33 380
|
32 781
|
0.80%
|
0.90%
|
PI1
|
|
29 648
|
|
29 194
|
|
-1.50%
|
PI2
|
|
26 544
|
|
26 090
|
|
-1.70%
|
III. Discusión
III.1. Producción, importaciones y consumo de carne de pollo regional y nacional
Como lo demostró el modelo base, la producción de carne de pollo se optimizaría si
el país logra equilibrar la producción entre regiones. Con este equilibrio, la planta
productiva nacional se beneficia aumentando la producción en 13 984 t; y bajo este
contexto, las importaciones se reducirían un punto porcentual. Sin embargo, este resultado
aunque alentador se debe tomar con cautela, sobre todo a nivel de política ya que
una redistribución en la planta productiva nacional requiere de estudios complementarios
donde se analice las condiciones productivas regionales, el nivel de inversión y el
tipo de mercado para tomar una decisión final.
De acuerdo con el escenario anterior, México tiene a nivel regional las ventajas comparativas
que pueden revertir la dependencia de las importaciones en carne de pollo. No obstante,
para lograr este escenario deben postularse políticas en favor del sector avícola
nacional que permitan a nivel financiero, de infraestructura, líneas genéticas, y
políticas de comercio, aumentar la competitividad de este mercado (OCDE, 2018), lo cual en el mediano y largo plazo puede fortalecer la producción y disminuir
la dependencia frente a las importaciones (UNA, 2020a). Sin embargo, en la actualidad la política comercial para el mercado avícola mexicano
parece no estar alineada con el desarrollo nacional, como ejemplo, en 2019 este sector
creció 3 por ciento anual, cuando su potencial de crecimiento se evaluó aproximadamente
en 6 por ciento (Avicultura, 2020), no obstante, las decisiones gubernamentales unilaterales de implementar cupos de
importación han frenado el crecimiento de este sector. Con estas medidas, se estima
que el mercado avícola dejó de producir 250 millones de aves y aproximadamente 100
mil puestos de trabajo directos e indirectos en 2019 (Avicultura, 2020). Estos factores posicionan a este subsector como un eje prioritario, donde gobierno
e industria deben buscar un equilibrio entre abasto y producción interna para mejorar
las condiciones de competitividad de un subsector que provee alimentos y empleo a
la población de menores ingresos en México (Inegi, 2016; Alvarado et al., 2012).
De acuerdo con los resultados proyectados por el modelo base, el VSN nacional y entre
regiones se optimiza cuando las importaciones y producción nacional aumentan aproximadamente
0.4 por ciento. Esta recomendación del modelo favorece la demanda en las tres regiones
con menor consumo nacional: PE, NO y NR. Con este escenario, no hay duda en que los
consumidores de carne de pollo se benefician al tener mayor disponibilidad y precisos
más asequibles. No obstante, es improbable que un aumento constante y sostenido en
las importaciones mantenga en el mediano y largo plazo un beneficio nacional óptimo,
sobre todo para los productores mexicanos; estos resultados manifiestan un área de
oportunidad del modelo empleado, el cual se basa para su análisis en información a
corto plazo y centra su atención sólo en uno (consumidores) de los tres actores que
intervienen en la política comercial, Estado, productores y consumidores. Sin embargo,
los resultados encontrados en esta investigación, aunque limitados, ofrecen a las
distintas dependencias gubernamentales y tomadores de decisiones importante información
para analizar la viabilidad sobre los cupos de importación, misma que puede fortalecerse
con investigaciones donde se considere información sobre producción, consumo e importaciones
con una temporalidad más amplia y se integren en su análisis diferentes escenarios
donde se examinen ventajas y desventajas para cada actor que interviene en la política
comercial mexicana.
III.2. Abasto y distribución de la carne de pollo en México por regiones
El modelo propone que la distribución de las importaciones y producción nacional se
realice principalmente en los estados contiguos de la ubicación aduanal y de las regiones
productoras. Esta recomendación es lógica desde el punto de vista financiero, ya que
permite aprovechar los precios bajos de la carne procedente de otros países y minimiza
el costo por movilidad de mercancías. Con este escenario, México optimiza el precio
al consumidor final y aprovecha las condiciones de productividad y localización geográfica
para satisfacer la demanda de regiones deficitarias con producto interno. Ejemplo
claro de ello es que la región con mayor consumo nacional (CE) sólo es dependiente
25 por ciento de las importaciones y el resto de su demanda es cubierta con producción
interna y de otras regiones nacionales que envían sus excedentes de producción. Estos
resultados verifican que la propuesta del modelo es viable y podría implementarse
paulatinamente, si los resultados de esta investigación se fortalecen con investigación
complementaria y se consideran las necesidades del mercado avícola mexicano. Es interesante
inferir que si México utiliza el esquema de comercialización propuesto por el modelo,
el cual aprovecha las ventajas comparativas y localización geográfica para disminuir
costos de transporte, puede focalizar diferentes estrategias productivas y políticas
que permitan aumentar la producción y fortalecer la competitividad regional y nacional.
III.3. Efecto del cupo de importación en el mercado de carne de pollo en México
En mayo de 2019 México, a través de la SE, autorizó la importación de 55 mil t de
carne de pollo libres de arancel (OCDE, 2018; DOF, 2019), mismas que se distribuyeron tanto en las importaciones del país como en el consumo
para compensar la oferta nacional deficitaria de este subproducto pecuario. Bajo este
escenario, la UNA manifestó su inconformidad; sin embargo, afirmó que las 55 mil t
importadas a través del cupo se destinarían hacia la industria de la transformación
y no al consumidor en forma directa, por lo cual el mercado mexicano no tendría efectos
negativos en producción, demanda y precios finales al consumidor (UNA, 2019a). No obstante, los resultados de este trabajo muestran que la importación de 55 000
t de carne de pollo a través del cupo, afectó la producción nacional al disminuirla
0.7 por ciento y aumentó el consumo en 73 842 t de carne de pollo en el país, resultado
opuesto a las afirmaciones realizadas por la UNA, en la que permitir el acceso a cupos
de importación se reflejaría en impactos nulos a la planta productiva nacional, la
demanda y precios al consumidor final.
En consecuencia, la política comercial implementada por México a través del cupo parece
ser un elemento importante para explicar la optimización observada en el VSN regional
y nacional. Visión compartida en diversos trabajos como el de Yeong-Her (1996); Hatzipanayotou and Michael (1995) y Janda (2010), los cuales afirman que el bienestar de un país aumenta cuando se implementa una
política comercial a través de cupos o cuotas de importación. Sin embargo, a pesar
de los resultados observados en el VSN mexicano a consecuencia del cupo, es importante
enfatizar que aumentar las importaciones de carne de pollo puede reducir la dinámica
en la economía nacional, en uno de los cárnicos con mayor producción-consumo (UNA, 2019a), y las expectativas de crecimiento en México. Lo anterior, fundamentado principalmente
porque a la luz de los resultados de esta investigación, las importaciones y consumo
se expandieron 1.79 y 6.74 por ciento y aunque el VSN nacional se incrementó 18 mil
millones de pesos por efecto del cupo de importación. La generación de este valor
se redistribuye parcialmente entre las regiones productoras de México y el mayor porcentaje
se destina como inversión para cubrir el pago de las importaciones crecientes de este
subproducto pecuario, reduciendo con ello el efecto multiplicador en cada una de las
regiones productoras de carne de pollo en México.
Bajo el escenario anterior es imperativo que el gobierno, la UNA y cada uno de los
actores que intervienen en el sector avícola mexicano analicen la política comercial
vigente con el objetivo de obtener un beneficio común y no se favorezca unilateralmente
a un solo actor (consumidor final), como lo demostraron los resultados de esta investigación.
Este panorama es relevante en el contexto económico actual, donde el sector avícola
atraviesa una difícil situación ocasionada por la pandemia Covid-19; sin embargo,
aun bajo este entorno, las declaraciones de la UNA en 2020 aseguran que México no
tiene la necesidad de recurrir a cupos de importación de carne de pollo, ya que el
sector avícola nacional tiene la capacidad para generar la autosuficiencia alimentaria
(UNA, 2020a), por tanto, con este panorama es imprescindible que los actores involucrados negocien
con la se la no autorización de incrementos a los cupos vigentes de importación, o
en su caso se impongan cuotas compensatorias como muestra de una política comercial
equilibrada, lo cual fortalecería la confianza de los empresarios, se alentaría la
inversión y la dependencia en las importaciones se reduciría hasta lograr la autosuficiencia
(UNA, 2020b; Hernández-Aguirre et al., 2020).
III.4. Efecto del cupo de importación en los precios al productor y consumidor
En esta investigación se desarrolló un modelo de programación no lineal con el objetivo
de explicar el efecto en el mercado mexicano de un cupo de importación. Los resultados
derivados del modelo mostraron cómo la aprobación de 55 mil t, de carne de pollo importadas
a través del cupo disminuyó el precio al consumidor y productor en 364 y 361 pesos
por t, para siete de las ocho regiones del país. Según Salvatore (1999), importar mercancías con tasas bajas de arancel reduce el precio del producto importado
al consumidor final. Este comportamiento, explicado en la mayoría de los casos por
prácticas desleales de comercio, específicamente para las importaciones de muslo y
pierna realizadas por México, ha comprobado la práctica dumping (UNA, 2020b); sin embargo, siguen autorizándose cuotas de importación unilateralmente, las cuales
desestabilizan la producción nacional, aumentan el consumo y disminuyen el precio
al productor y consumidor final como se demostró en esta investigación.
Conclusiones
El uso de programación no lineal para evaluar los efectos en la aprobación de un cupo
de importación de 55 mil t de carne de pollo en el mercado mexicano, demuestra que
la producción y los precios que paga el consumidor y productor disminuyen en siete
de las ocho regiones de México, mientras que el consumo e importaciones aumentan en
todo el país. Con este escenario el Valor Social Neto nacional aumenta; sin embargo,
sólo beneficia al consumidor final. El modelo indica que se pueden disminuir las importaciones
en un punto porcentual, si como país se aprovechan las ventajas comparativas, la localización
geográfica de las regiones productoras y puntos de importación para disminuir costos
de transporte. Los resultados encontrados en este trabajo ofrecen un punto de partida
para comprender los efectos de la política comercial mexicana; con esta intención,
es imperativo que gobierno y la Unión Nacional de Avicultores realicen una revisión
profunda sobre la autorización de cupos de importación que justifique su implementación
y busque un equilibrio entre abasto y producción nacional, de tal forma que no se
afecte en el futuro a ninguno de los actores que intervienen en este mercado.
Limitaciones y recomendaciones
Se considera como una limitación importante en esta investigación el lograr un buen
ajuste en la técnica de modelado empleada para realizar la evaluación de los análisis
respectivos. Esta limitante puede reducirse si este tipo de investigaciones utilizan
datos confiables de la elasticidad precio de la demanda y precio de la oferta, las
cuales provengan de investigaciones de calidad o centros de investigación reconocidos;
de lo contrario, el ajuste del modelo se alejará de los datos observados. Por lo cual,
se recomienda que para el desarrollo de estas investigaciones es crucial observar
que el sesgo entre lo estimado y observado en el periodo de análisis sea mínimo.